Para una gran organización, la inercia no es solo un concepto físico; es una realidad operativa. Los sistemas legados (legacy), las arquitecturas monolíticas y las experiencias de usuario obsoletas actúan como un ancla, frenando la innovación y la eficiencia. Decidir migrar a una plataforma de experiencia digital (DXP) moderna como Liferay no es, por tanto, una simple actualización de TI. Es una decisión de negocio fundamental.
Ya sea que se trate de una actualización desde una versión antigua de Liferay (como la 6.x o 7.0) a la última versión de Liferay DXP, o una migración neta desde un portal obsoleto de otro proveedor, el desafío es monumental. No estamos simplemente moviendo pixeles y tablas de bases de datos; estamos redefiniendo cómo los empleados colaboran (intranets), cómo los socios interactúan (portales B2B) y cómo los clientes se relacionan con la marca (sitios públicos y portales de autogestión).
Como especialistas en UX y estrategia digital, sabemos que el fracaso de estos proyectos rara vez es técnico. El código puede escribirse y los servidores pueden configurarse. El fracaso casi siempre radica en una planificación deficiente, en la subestimación del factor humano (UX y gestión del cambio) y en la incapacidad de alinear la nueva plataforma con los objetivos reales del negocio. Esta guía no es un manual técnico de Liferay, sino un playbook estratégico. Exploraremos cómo abordar esta migración no como un "lift-and-shift", sino como la transformación digital que su organización necesita.