D Creando mensajes de error efectivos: UX writing para mejorar la usabilidad
Por Redacción Aguayo
Cuando las cosas no salen como el usuario espera, los mensajes de error se convierten en un punto crítico de contacto. Son momentos cargados de frustración, pero también de oportunidad. Hacer UX writing efectivo en estas situaciones puede marcar una gran diferencia en la percepción de una marca o producto. 📎

La naturaleza de los errores: más que fallas, son puntos de fricción
Los errores no son fallas del usuario, aunque muchas veces así se perciben. Desde un formulario mal llenado hasta una contraseña incorrecta, estos momentos pueden provocar desconexión emocional o incluso abandono total del flujo.
En contextos digitales, donde la paciencia del usuario es cada vez más corta, la forma en que presentamos un error influye directamente en la experiencia general. Un mensaje de error pobremente escrito puede amplificar la frustración. Por el contrario, un mensaje claro y empático puede amortiguar el golpe y devolver el sentido de control.
El UX writing, entonces, se convierte en el puente entre la frustración y la claridad. Un mensaje de error no debería castigar ni culpar, sino explicar, empatizar y proponer una solución. Esto requiere entender el contexto técnico y emocional del usuario, además de tener claridad en los objetivos del flujo en que se encuentra. No se trata solo de elegir palabras bonitas, sino de construir comunicación efectiva en situaciones críticas.
Principios fundamentales del UX writing en mensajes de error
Claridad ante todo
El usuario necesita entender qué pasó sin ambigüedades. Las frases genéricas como “Ha ocurrido un error” no ofrecen información útil y, muchas veces, solo aumentan la incertidumbre. El mensaje debe describir con precisión qué fue lo que falló y, de ser posible, por qué.
Ejemplo efectivo:
“No pudimos procesar tu pago. Revisa que los datos de tu tarjeta sean correctos.”
Este tipo de claridad evita suposiciones, reduce ansiedad y mejora la eficiencia del flujo.
Tono humano y empático
No basta con informar; también hay que acompañar. Un tono cercano puede aliviar la tensión e incluso humanizar la experiencia digital. Los mensajes que suenan a máquinas desconectan emocionalmente al usuario, mientras que aquellos que reflejan comprensión pueden reforzar la relación con la marca.
Frase cercana:
“Ups, parece que algo no salió bien. Inténtalo de nuevo o revisa los datos.”
El lenguaje empático no es indulgente: es estratégico. Suaviza la fricción y mantiene al usuario en movimiento.
Sugerencias accionables
Un mensaje de error que no ayuda a corregir el problema es una pared. Lo ideal es que cada error venga acompañado de una posible solución o una vía para seguir adelante. Eso implica anticipar los errores comunes y diseñar respuestas útiles, no solo informativas.
Ejemplo práctico:
“Tu contraseña debe tener al menos 8 caracteres, una mayúscula y un número.”
Este tipo de guía activa el pensamiento constructivo en el usuario, quien se siente orientado en lugar de perdido.
Evitar el lenguaje de culpa
Uno de los errores más frecuentes en el copy de errores es culpar, aunque sea de forma sutil. Frases como “Ingresaste mal tus datos” hacen que el usuario sienta que cometió una torpeza. Cambiar el enfoque al problema, no a la persona, transforma la experiencia.
Mejor opción:
“No pudimos encontrar una coincidencia con esos datos. ¿Podrías revisarlos e intentarlo de nuevo?”
La responsabilidad no desaparece, pero se presenta de forma más respetuosa y neutral.
Coherencia con el tono general del producto
El mensaje de error no es un universo aislado. Debe integrarse con la voz y el tono general del producto o servicio. Si el lenguaje en el resto de la interfaz es amigable y accesible, los errores no pueden sonar mecánicos o autoritarios.
Esto implica que el UX writer debe conocer y respetar las guías de estilo del producto, incluso en estos momentos de crisis. Un mensaje coherente mantiene la continuidad narrativa del servicio, algo clave en productos con fuerte identidad de marca.
Diseñar mensajes de error es diseñar confianza
Muchos diseñadores y desarrolladores ven los mensajes de error como algo secundario, una tarea que se resuelve al final del sprint. Pero estos mensajes son más que meras advertencias: son anclas de confianza.
En situaciones de error, el usuario se encuentra en una posición vulnerable. Si la interfaz lo guía con calma y claridad, se refuerza la percepción de fiabilidad. En cambio, si el error se presenta de forma críptica o fría, la confianza se erosiona.
Un buen mensaje de error puede:
- Disminuir la tasa de abandono en formularios o procesos complejos
- Aumentar la satisfacción en contextos de alta fricción (como pagos)
- Reducir tickets de soporte gracias a una mejor comprensión
- Mantener la conversación abierta con el usuario, incluso cuando algo falla
Diseñar este tipo de experiencias requiere tiempo, empatía y una visión integral del journey del usuario.
Elementos clave que fortalecen los mensajes de error
- Microcopy específico y contextualizado, no frases genéricas
- Lenguaje que respeta al usuario sin minimizar el error
- Recursos visuales de apoyo como colores, íconos y jerarquía tipográfica
- Mensajes visibles, no escondidos en una esquina o con poco contraste
- Accesibilidad: mensajes legibles, comprensibles y traducibles si es necesario
Cada uno de estos elementos complementa el mensaje y refuerza la intención del diseño. La palabra sola no basta; necesita apoyo visual y estratégico.
Casos de uso que muestran el impacto
Formularios mal diseñados
Un ejemplo clásico es el formulario de contacto. Si al enviar los datos hay un error pero no se especifica qué campo está mal, el usuario se siente perdido. Este tipo de ambigüedad genera frustración, sobre todo si los datos ingresados se borran en el intento.
Caso mejorado:
El sistema señala visualmente el campo con error y muestra un mensaje como:
“Este correo no parece válido. Intenta con otro.”
Aquí, el usuario tiene claridad sobre el problema y una sugerencia inmediata para resolverlo.
Comercio electrónico
En plataformas de ecommerce, los errores en el proceso de checkout tienen un impacto directo en la conversión. Si hay un problema al validar el código postal para calcular el envío, un mensaje claro como:
“No realizamos envíos a esta zona actualmente. Prueba con otro código o contáctanos”
mantiene la conversación abierta y genera menos fricción.
Un mensaje pobre como “Dirección inválida” haría que muchos usuarios abandonaran la compra.
Plataformas de registro o login
En los procesos de autenticación, los mensajes de error deben balancear seguridad y empatía. Frases como “Usuario o contraseña incorrectos” son útiles solo si el usuario sabe cuál de los dos campos falló. En ocasiones, decir “Verifica que tu correo esté bien escrito o intenta recuperar tu contraseña” puede ser más útil.
Aquí, además del texto, es importante contar con acciones directas como links a recuperación de acceso, sin forzar al usuario a buscar cómo resolver el problema.
Errores como parte del diseño de interacción
Los errores no deben diseñarse de forma aislada. De hecho, deberían ser parte del sistema desde el principio. Esto implica:
- Incluir errores y sus mensajes en los wireframes y prototipos
- Considerar el impacto emocional de cada error según el punto del journey
- Diseñar diferentes niveles de error: advertencias, bloqueos, alertas informativas
- Documentar patrones reutilizables para errores comunes (inputs, validaciones, procesos asincrónicos)
Un diseño centrado en el usuario no evita que ocurran errores, pero sí puede hacer que su experiencia frente a ellos sea mucho más tolerable y funcional.
Escribir errores, pero pensar en flujos
Los mensajes de error no son piezas de contenido aisladas ni adornos para las fallas del sistema. Son parte activa del diseño de interacción y, como tal, deben responder al contexto completo del usuario. El error es solo un punto en una secuencia más amplia, y redactar sin entender lo que lo antecede y lo que viene después puede provocar que el mensaje pierda sentido o incluso genere más confusión.
Diseñar errores sin contexto equivale a lanzar una señal de auxilio sin decir quién la necesita ni hacia dónde se dirige. Un usuario que recibe un mensaje fuera de lugar —por ejemplo, una alerta genérica después de llenar cinco pasos de un proceso— puede sentir que todo su esfuerzo fue en vano. Y en un entorno digital competitivo, esa percepción puede costar una conversión, una suscripción o una venta.
Contexto, consistencia y colaboración
La consistencia es clave. Un mensaje bien escrito, pero incongruente con otros mensajes o con el tono del producto, puede romper la experiencia. Por eso, el UX writing de errores debe escribirse desde la perspectiva del flujo completo.
Esto implica:
- Anticipar en qué punto del journey aparece cada error y qué sabe el usuario hasta ese momento
- Evitar repetir información innecesaria o redundante
- Usar terminología coherente con el resto de la interfaz
- Diseñar no solo para el “happy path”, sino también para escenarios de excepción
La colaboración también es fundamental. El equipo de UX writing no debería trabajar de manera aislada. La redacción de errores efectivos requiere diálogo con diseñadores para conocer los flujos, con developers para entender limitaciones técnicas, y con testers que detecten las condiciones reales en que ocurren los fallos.
Esta visión de flujo integral permite que los errores se conviertan en puentes dentro de la experiencia, no en barreras.
Consejos prácticos para crear mejores mensajes
Redactar buenos mensajes de error no es solo un ejercicio de escritura: es diseño de interacción con foco humano. Aquí algunas recomendaciones para hacer que cada palabra trabaje a favor de la experiencia:
- Escucha a los usuarios
Si múltiples usuarios repiten el mismo error o preguntan lo mismo en soporte, es una señal de que el diseño —o el mensaje— no está siendo claro. Aprovechar feedback cualitativo y cuantitativo ayuda a identificar patrones y a iterar sobre mensajes poco útiles. - Prototipa los errores
Los errores deben visualizarse desde las primeras etapas del diseño. Incluirlos en wireframes, mockups o prototipos interactivos permite pensar cómo se ven, dónde aparecen, y cómo interactúan con el resto del flujo. - Evita sobrecargar al usuario
En escenarios con múltiples errores, lo mejor es priorizar. En vez de lanzar una lista intimidante de alertas, es preferible resaltar uno o dos errores por vez, con explicaciones claras y soluciones guiadas. Así se reduce el estrés cognitivo. - Sé proactivo
Un mensaje de error útil no solo dice lo que está mal: ofrece una forma de resolverlo. En vez de simplemente decir “Usuario no encontrado”, añade un link para recuperar la cuenta, verificar datos o contactar soporte. La acción inmediata evita frustración y mantiene el flujo en marcha. - Testea con usuarios reales
Lo que parece claro en una sala de diseño puede ser completamente opaco en un entorno real. Las pruebas de usabilidad deben incluir escenarios de error para verificar cómo reacciona el usuario, qué entiende y qué espera recibir como ayuda.
Una experiencia sólida ante el error nace de estos pequeños ajustes, que en conjunto construyen una interfaz más humana y confiable.
Conclusión: escribir con empatía técnica
Detrás de cada mensaje de error hay una persona que no pudo completar algo. Esa persona no quiere saber qué falló en el sistema: quiere saber qué puede hacer para seguir adelante. Ahí radica la diferencia entre un copy que se limita a informar y uno que realmente acompaña.
El UX writing en contextos de error no es solo un recurso lingüístico, es un componente de diseño estratégico. Escribir con empatía técnica significa comprender las reglas del sistema y traducirlas en palabras humanas. Significa ser claro sin ser frío, ser técnico sin perder accesibilidad, y ser resolutivo sin sonar autoritario.
En el fondo, los errores son oportunidades para demostrar cuánto nos importa la experiencia de las personas que usan nuestros productos. Y eso se construye, palabra a palabra.